La mayoría de la gente es difícil mirar directa y abiertamente a los ojos del hombre se están engañando. Por lo tanto, hablando persona falsedad general trata de evitar el contacto visual con alguien. Alguien acaba de mira hacia otro lado, viene alguien más sofisticado - supuestamente comienza a frotarse los ojos cansados o considerado persistentemente un objeto extraño. Por cierto virtuoso del engaño, la falsedad sabe acerca de las expresiones faciales y los que deseen demostrar su honestidad, sinceridad y tratar de mirar directamente a los ojos, ciertamente. Por lo tanto, la demostración excesiva de su veracidad también debe ser alertado.
Cierre la boca con la mano
Si su pareja le tapa la boca, sólo muestra las mentiras. Sin embargo, en esta forma explícita este gesto no ocurre muy a menudo. Por lo general, se puede observar sólo de una persona que no está acostumbrado a engañar. Para la mayoría de la gente, este gesto se encuentra, por lo general se manifiesta en una forma disfrazada. El entrevistado puede, por ejemplo, tos, tocarse la nariz o hoyuelo bajo su nariz, presiona su pulgar contra su mejilla.
Palma cerrada
Hablando el compañero verdad mantiene sus manos a la vista, revelando en su totalidad o en parte. Mentiroso, por el contrario, inconscientemente tratando de ocultar sus manos, por ejemplo, o en el bolsillo trasero.
Ropa Manipulación
El malestar que experimenta generalmente mentir acerca de una persona, a menudo expresado en un impulso irresistible para corregir su ropa. No puede existir suavizar las arrugas, cuello y puños correcta o constantemente mirar de cerca a su reflejo en el espejo.
Las expresiones faciales y gestos de arriba son los signos más evidentes de la mentira. Sin embargo, en aras de la exhaustividad es conveniente complementar las señales indicando indirectamente una mentira. Entre ellos, la manipulación de cabello (peinado frecuente, girando alrededor de los hilos en los dedos), rascándose el cuello, morderse los labios nervioso, cruzando las manos y los pies, chasquear los dedos crispar o dando golpecitos con el pie, así como manifestación natural de las emociones, más como una mueca.