Tenga en cuenta la densidad del patrón: cuanto más denso es, el más caliente y más duradero que su chal será al desgaste, porque no va a estirar. La armadura debe ser de alta calidad y diseño - el original.
En cuanto al color, entonces es tradicionalmente un color marrón o gris, pero los productos de la fábrica, incluso puede ser azul o lila. Para seleccionar un color, tiro con un chal sobre los hombros y mirarme en el espejo. Es probable que usted ya sabe exactamente de qué color eres, así que con la elección no debería ser difícil. También es importante el pañuelo en armonía con la ropa que te pones con él. Adornos en los chales son diferentes - y grandes y pequeños. También debe tenerse en cuenta ya que, por ejemplo, un gran patrón en combinación con pequeñas características tendrán un aspecto áspero.
Si usted está convencido de que el chal, presuntamente vinculado a 100 por ciento de pelusa, no lo creo - así hacer bufandas o artesanas no de punto, ni, sobre todo, capataces. La fuerza del producto se une a los hilos de seda, de algodón o de viscosa. Otra cosa - la relación de abajo y los hilos adicionales y el método de su conexión en una sola. Si la calidad de classfluff conectar directamente con algodón o hilo de seda, se corre el riesgo de perder la pelusa rápidamente mientras llevaba un pañuelo en la cabeza. Es mejor si la pelusa retorcido manualmente por medio del husillo, y luego acopla con una rosca adicional. Pero, por desgracia, a la vista que se tuviera que entender la diferencia. En este caso, usted sólo necesita saber el maestro.
Otro mito asociado con la calidad, dice que las nuevas bufandas deben ser suaves y muy suave. Por desgracia, algunos vendedores de este peine peine producto y "lágrima" con toda la pelusa que no cuesta nada. Este chal suave es suave al tacto, pero no demasiado suave y esponjosa. Esta propiedad se adquiere durante el uso. Se puede comparar con una flor floreciente yema hoy su belleza todavía sólo adivinar, pero mañana, cuando disolvió, entonces sus impresionantes vistas te sorprenderán y complacer a los propietarios.
Por desgracia, el laico finalmente determinar la calidad del producto es casi imposible, así que tienes que tampoco confían en su intuición, o para invitar a dichos expertos un pañuelo en la cabeza.