Para querer comer algo, una persona puede tener dos motivos: el hambre y el apetito. Hambre - un mecanismo de defensa que le indica al cuerpo que suministra nutrientes comienzan a disminuir y hay que encontrar comida para reponer el stock. ¿Quién tiene hambre de verdad, no va a actuar y estar satisfecho con un trozo de pan y un sorbo de agua.
Apetito incontrolable te dan ganas de comer algo especial, manjares. Esta falsa sensación de hambre cuando lo desee sabroso, pero no cualquier alimento que puede satisfacer su hambre. Aquellos que son débiles y no se puede decir a ti mismo "no" a sufren de apetito, ya que todo estaba delicioso, como regla general, es muy nutritivo. Aumento del apetito conduce a un exceso de comida elemental, la obesidad y luego, que es la causa de muchas enfermedades.
Con gusto se puede luchar. Para este propósito, ambos métodos psicológicas y médicas que afectan a los centros del hambre y la saciedad localizados en el cerebro. Intervención de drogas es permisible sólo bajo la supervisión de un médico, de lo contrario puede ser peligroso para su salud.
Antojos psicológicos a comer en exceso pueden reducirse si hacer su vida más rica, llena de otros intereses y aficiones. Cuando se detiene todo el día tumbado en el sofá, la cuestión de si se debe comer esto, no va a venir a la cabeza con tanta frecuencia. Deje de bollos mermelada y pasteles estrés, resolver los problemas de fondo, en lugar de generar diversión con los alimentos.
Al final, el apetito sólo puede engañar. Tan pronto como empezamos "en la deliciosa" beber agua con gas, una taza de té o yogur, porque a veces el apetito es una sed común. Practique comidas separadas en pequeñas porciones, no hacer largas pausas entre las comidas. No se apresure a comer, incluso cuando está muy hambriento. Lentamente masticar, enviándolo a la boca en trozos pequeños. Deje de comer a la primera señal de saturación. Derribar el apetito para ayudar a especias - una ramita de perejil, cilantro, eneldo, semillas de hinojo.
Duerma lo suficiente y moverse más. Las actividades deportivas ayudan a hacer frente a un apetito porque en el momento que reducen la producción de hormonas que causan el hambre y aumenta la producción de los que suprimirla.